Tremenda gota fría, más de 200 muertos, desaparecidos, mala preparación para lo que se anunciaba por parte de los servicios meteorológicos, con responsabilidad del gobierno de la autonomía valenciana, del PP, y algo del gobierno central del PSOE. Visita del rey, Pedro Sánchez y presidente de Valencia a las obras de lipieza en un pueblo y furiosa reacción contra los tres. El rey y Pedro Sánchez fueron agredidos.
El dramático episodio meteorológico que arrasa el litoral mediterráneo español es una Depresión Aislada de Niveles Altos, DANA, término adoptado oficialmente por la Agencia Española de Meteorología (AEMET) desde mediados de los años 80 del pasado siglo, aunque los medios de comunicacion seguirían llamando a estos fenómenos repentinos y violentos "gota fría", un término comodín que no es del todo exacto.
Ya en 2004, el veterano físico Francisco Martín León explicaba en un artículo para la AEMET que cuando uno se refería a una gota fría no necesariamente se debía a una depresión a niveles altos: "En la terminología española hemos añadido explícitamente el concepto de 'niveles altos' para diferenciarlas de otro tipo de depresiones o bajas aisladas, como, por ejemplo, las de origen térmico que se dan en la península durante los meses cálidos en capas bajas", apuntaba en el citado artículo.
"Cuando el chorro, originalmente rectilíneo, se intensifica, se ondula y toma una componente norte-sur muy marcada, se puede generar un proceso de aislamiento y estrangulamiento de parte de esta circulación intensa", explica. "Estas circulaciones se aíslan de la circulación general, se alejan de las zonas de origen y llegan a cerrarse sobre sí mismas", añade. Es entonces cuando puede formarse una DANA.
Una catástrofe prevista
En este mensaje que publicó la AEMET el sábado 26 de octubre, es decir, tres días antes de que se produjesen las catastróficas inundaciones en la provincia de Valencia y otros lugares cercanos, se puede ver perfectamente cómo se pudo prever la evolución de esta depresión que, unida a la temperatura y humedad del Mediterráneo, ha castigado amplias zonas del levante español con lluvias torrenciales y persistentes, y ha causado decenas de muertes quién sabe si muchas de ellas evitables.
La definición de DANA (que en inglés es cut-off low o baja desprendida o aislada) es, por tanto, "una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrograda (su desplazamiento es, en estos casos, de dirección este-oeste)".
Afortunadamente, cada vez se habla menos de gota fría — término que mencionó por primera vez el meteorólogo Manuel Ledesma Jimeno y popularizó el "primer hombre del tiempo" en TVE, Mariano Medina— y más de DANA cuando sucede este fenómeno atmosférico, tan concreto y perfectamente descrito por la ciencia. No hay más que comparar ambos términos en Google Trends para comprobar su adopción en los últimos años.
Como curiosidad, el acrónimo español DANA se escogió en homenaje al meteorólogo Francisco García Dana (1924-1984), quien ocupó la jefatura del Centro de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología (INM) desde 1979 hasta su muerte en 1984.
Más allá de que acepten o no acepten la ayuda que "el Dictador" ofreció... ¿tendrá España el tupé de seguir jodiendo con las Actas y con Edmundo González Urrutia?
Nicolás Maduro ofrece ayuda a España ante las inundaciones que dejan más de 200 muertos
Caracas, 1 nov (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofreció este viernes ayuda al Gobierno español para atender las afectaciones causadas por las inundaciones, principalmente en Valencia, en medio de un temporal que suma, hasta el momento, 205 muertos en la nación europea.
"Le ofrezco al Gobierno de España, si fuera posible, que Venezuela tiene la fuerza de tarea para situaciones de protección civil en condiciones de tragedia, es una fuerza de tarea de gran experiencia, que ha estado en el mundo entero, que ha recorrido distintos escenarios en distintos continentes", dijo el mandatario en un acto televisado.
Calificó de "angustiantes" las imágenes que ha visto de "todos los destrozos" causados por la dana -que también ha dejado dos muertos en Castilla y León y uno de Andalucía-, producto -remarcó- "del calentamiento global que la extrema derecha niega"
"Venezuela está preparada para darle ayuda a España, a Valencia, con su experiencia profesional y con todo su personal de manera inmediata", insistió el líder chavista, quien deseó tener "mejores relaciones con España" en medio de esta situación, que ve como una "tragedia".
Las lluvias torrenciales vuelven a acechar a dos regiones de España
La gota fría, ahora ensañada con Málaga y Tarragona
El temporal está generando alertas rojas, miles de evacuados y suspensiones de trenes y clases. También llueve en Valencia.
Miles de personas evacuadas, escuelas cerradas y trenes suspendidos dejaron las lluvias torrenciales que este miércoles volvieron a azotar a España, tras las impactantes riadas que hace dos semanas mataron al menos a 223 personas, la mayoría en la región de Valencia.
La Agencia Meteorológica Nacional (Aemet) mantenía la alerta máxima, la roja, en la provincia andaluza de Málaga en el sur y en la de Tarragona en el noreste, por esta nueva DANA (depresión aislada en niveles altos) o gota fría, como se conoce al fenómeno.
La ciudad de Málaga parecía la más afectada por el momento con el desalojo de más de 3.000 personas de mil viviendas próximas a los ríos, calles inundadas, la suspensión del transporte urbano y del servicio ferroviario con Madrid.
"Hoy Málaga está paralizada", afirmó el presidente regional de Andalucía, Juan Manuel Moreno. "Sé que para los ciudadanos es un problema el no poder llevar a los niños a clase" o ir a trabajar, pero tras lo visto en Valencia hay que "prevenir" y "minimizar el impacto en términos de pérdida de vidas humanas", agregó.
Una DANA es una masa de aire que se desprende de una corriente muy fría y que desciende sobre otra de aire caliente produciendo grandes perturbaciones atmosféricas acompañadas de precipitaciones muy intensas.
"Desde anoche estábamos más que avisados", indicó a AFPTV Ida María Ledesma, una educadora social de 39 años residente en el distrito malagueño de Campanillas. "El despliegue, muy bien. Creo que no ha sido exagerado para nada", añadió sobre las medidas adoptadas.
"Nada que perder"
Aunque menos, también se esperan lluvias en las zonas de Valencia golpeadas por las inundaciones del 29 de octubre, entre el temor a que se desborden las cloacas por el barro solidificado y la resignación de unos vecinos incapaces de imaginar cómo podría irles peor.
"Ya perdimos los coches, ya perdimos la mayor parte de la casa, y los puestos de trabajo no los tenemos tampoco. Entonces, no hay nada que perder ya", explicó Carlos Moltó, un vecino del municipio de Picanya, a la televisión regional valenciana A Punt.
Tras una lucha titánica por limpiar las calles, la cercana localidad de Paiporta, uno de los epicentros del desastre, volvía a estar anegada de agua, informó el diario local Las Provincias. Varios municipios valencianos pidieron a los miles de voluntarios que cada día llegan a sus calles a ayudar que no vengan este miércoles. La circulación de vehículos privados en estas zonas estará restringida entre la tarde del miércoles y la del jueves.
Las nuevas lluvias afectaron también a la búsqueda de los 17 desaparecidos, centrada principalmente en barrancos y desembocaduras de ríos al mar. "Tras este episodio meteorológico, se valorarán de nuevo las mareas para determinar las zonas de búsqueda", explicó a la prensa Rosa Tourís, portavoz del comité de emergencia de Valencia.
Mensaje de alerta
Las autoridades de Andalucía y Cataluña que se encuentran bajo alerta roja se anticiparon a los efectos de las lluvias y enviaron con antelación un mensaje de alerta a los celulares. "Sea muy prudente, evite los desplazamientos y siga los consejos" de los servicios de emergencia, decía la que se envío en Málaga, cuya recepción provoca un fuerte pitido.
Las autoridades de Valencia fueron muy criticadas por enviar este mensaje muy tarde el 29 de octubre, cuando muchos ciudadanos que hacían su vida normal se encontraban ya con el agua al cuello.
"Estamos nadando en lodo, literalmente. Los niños sin colegio, en el pueblo las cosas van muy lentas y no encontramos solución".
Un mes después de las inundaciones que dejaron 230 muertos en el este de España, los municipios afectados recordaron a las víctimas con sentidos homenajes este viernes, mientras la normalidad todavía se ve lejos en estas zonas donde las huellas de la tragedia siguen muy presentes.
"Estamos nadando en lodo, literalmente. Los niños sin colegio, en el pueblo las cosas van muy lentas y no encontramos solución", explicó Sabrina Bermejo, una analista de laboratorio de 41 años residente en Paiporta, uno de los epicentros del desastre.
Con una vela en la mano, acudía al homenaje que los vecinos de esta localidad al sur de Valencia realizaron al anochecer, a la misma hora que el barranco que la atraviesa comenzó a desbordarse el 29 de octubre.
Las campanas de la iglesia sonaron en recuerdo de las 45 personas que fallecieron aquí, mientras los asistentes se instalaban a ambos lados del barranco del Poyo, todavía lleno de fango y escombros, formando una hilera de velitas. "¡Paiporta, unida jamás será vencida!", gritaban algunos vecinos que, junto a los aplausos, rompían el emocionado silencio.
"Hoy rendimos homenaje a los damnificados, tanto a los que se han ido como los que nos hemos quedado", indicó Bea García, una profesora de 43 años. "La gente sigue sintiéndose sola, el enfado permanece y además se le suma el cansancio, la frustración. Estamos todos agotados", describió.
Mucho por hacer
Como en otras localidades afectadas, algunos vecinos hicieron sonar las alarmas de sus celulares a las 20H11 para recordar la hora en que las autoridades valencianas --la región más afectada con 222 muertos-- enviaron la alerta a la población para advertir del peligro, más de 12 horas después de que la Agencia Estatal de Meteorología emitiera su aviso rojo.
Para entonces, la riada ya bajaba arrasando diferentes municipios del oeste y el sur de Valencia. "Vi como el agua se llevaba mi coche", recordaba más temprano Lourdes Real, una peluquera de 46 años en la localidad de Catarroja, donde los vecinos siguen sacando agua y fango de garajes, viviendas y comercios arrasados.
Con la riada, "empezaron a chocarse todos los coches (...) y la gente dentro. A mí no se me va a ir nunca esa imagen de la cabeza. La gente chillando, intentando salir por las ventanillas", relató mientras limpiaba la entrada de su edificio, marrón por el polvo y las marcas del fango.
"Queda muchísimo trabajo por hacer, hay centenares de garajes y de sótanos anegados, edificios dañados, empresas cerradas, vías cortadas, pueblos enteros que aún no han recuperado la normalidad", reconoció el miércoles el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, cifró en 69.000 viviendas, 125.000 vehículos y 12.500 comercios las consecuencias materiales del desastre, en base a los datos del consorcio de compensación de seguros.
En total, el gobierno prometió 16.600 millones de euros (unos 17.500 millones de dólares) de ayudas y préstamos. Miles de soldados, bomberos y policías fueron desplegados para la limpieza y reconstrucción.
Críticas
La indignación de los vecinos, tanto con el retraso en lanzar la alerta como en la gestión posterior de las autoridades, explotó durante la visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, a Paiporta el 3 de noviembre, junto a Pedro Sánchez y el jefe del ejecutivo regional, el conservador Carlos Mazón.
Recibidos entre insultos y lanzamientos de fango, Sánchez y Mazón, que se culpan mutuamente de lo ocurrido, tuvieron que abandonar la comitiva entre una gran tensión, mientras los monarcas trataban de escuchar a los vecinos y acababan cancelando una visita posterior a otra localidad. Lo "que se nos exige en cualquier caso es que seamos eficaces, y que lleguemos lo antes posible", admitió Mazón este viernes. "Y yo creo que es la principal queja de la gente, con toda la razón", añadió.
Incertidumbre
Este sábado hay convocada otra movilización en Valencia, la capital regional, donde hace unas semanas ya se congregaron unas 130.000 personas para reclamar la dimisión de Mazón y reprochar la gestión de la emergencia del gobierno de Sánchez.
Toda la atención de los miles de afectados está ahora, sin embargo, en tratar de recuperar cuanto antes la vida que se detuvo el 29 de octubre.
"Yo me he quedado un poco paralizada mentalmente, porque como ya no sabes por dónde salir", explicaba Gyovana Giménez, una vecina de Catarroja de 44 años, cuyo restaurante quedó destruido. "Cuando lleguen las ayudas, venga el seguro, y veamos indemnizaciones empezaremos a remontar como podamos", afirmó resignada.