Si algún deseo tus padres no pueden complacerte, lee lo que otros niños hicieron para inspirarte.
Armandito pidió un violín: ¡Qué ocurrencia! ¿Solución? Con dos reglas música "tocó" sentida dentro de su corazón.
Coco, otro músico en acción, usó alambres como cuerdas en una vieja guitarra que halló entre varias cosas olvidadas.
El mismo niño llamado Coco soñaba con un par de maracas. Dejó de soñar y se armó de dos, con latitas y un poco de arroz.
Lucas pedía zapatos nuevos pero debía esperar su turno. ¿Y esperó? No, tapó el hoyo de sus zapatos gastados con el periódico diurno.
Tina quería pintar de rojo sus uñas y como la familia no la dejó, sin protestar, su imaginación utilizó.
Buscó papel de ese color, lo cortó formando uñitas; una a una solita las pegó y con orgullo las mostró.
Estas historias reales demuestran que si usas tu imaginación, hallarás la solución.
A/D
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