Por más que ronquen
los merengues y las congas
siempre es buen tiempo para milonga.
Vos, deja nomás que algún chabon
chamuye al cuete
y sacudile tu firulete,
que este arabesco que en el alma
la milonga nos bordó.
Es el compás criollo y se acabó.
Pero escucha, fíjate bien,
préstale mucha atención
y ahora batí si hay algo igual
a este compás compadrón.
Batí, por Dios, si este compás
repicadito y dulzón
no burbujea en tu piel
y te hace mas querendón.
Pero escuchá... fíjate bien,
préstale mucha atención.
Y ahora batí si este compás
no es un clavel reventón;
es el clavel, es el balcón,
es el percal, el arrabal,
y el callejón, y es el loco firulete
de algún viejo metejón.