Sentada con la mirada
vaga
mirando hacia lo
infinito,
mi
alma y mi corazón unidos,
reflexionan en todo lo
vivido.
Que
efimera es la felicidad
en
esta complicada vida,
y
que larga es la angustia
de
la espera por algo mejor en tu vida.
Que
amarga es la juventud
si
la vida no te permitió vivirla,
y no
pudiste disfrutar
de
las locuras inocentes de esta vida.
Que
triste es ver a una madre desesperada
por
su hijo hundido en el vicio,
pidiendo ayuda a gritos, porque
piensa
que
el mundo se le vino encima.
Que
triste en ver niñas teniendo niños,
abandonándolos en cualquier
sitio,
como
si éstos fueran una cosa
y no
fueran una preciosa vida.
Hoy
he visto mi alma y mi corazón
desangrarse ne llanto, unidos en su
dolor
por
todo lo que mi alma ha visto
y mi corazón ha
sentido.