La vida no viene con un manual de instrucciones.
De modo que, mientras aprendemos a usarla,
año tras año, apretamos todo tipo de botones equivocados:
lastimamos y somos lastimados,
perdemos oportunidades,
defendemos obstinadamente nuestros autoengaños ...
..Sin embargo, a veces a pesar de ello,
y otras GRACIAS a ello,
año tras año podemos ir gestando la perla gozosa
y sufrida del autoconocimiento.
PROPIA.
..Tal vez lo único realmente propio que uno pueda llevarse de este mundo
..Tu error puede ser tu capital,
parte esencial de tu currículm vitae ,
de tu hoja de vida.
..Como también lo es tu logro.
Y un día sucede:
sucede que uno acepta a ése que uno es.
Ése que no es exactamente el que otros esperaban que fuera.
Inclusive es posible
que ni siquiera sea el que nosotros mismos esperábamos llegar a ser.
Sin embargo,
es el que es (y tal vez sea más que bastante!).
Al renunciar a las expectativas erradas
sobre quienes somos, podemos comenzar,
más descansadamente,
a descubrir el que ni imaginamos que podríamos ser.
Qué alivio produce el poder dar de baja
tantas expectativas,
y no tener que ser de determinada manera
para ningún público!
Y también qué ahorro de energía implica
el dejar de molestarse a sí mismo
por no ser el que uno no es...
A partir de esa madurez,
la vida ya no depende más de lo que otros opinen:
uno puede decirle a quien quiera indicarle
cómo vivir sin que uno se lo haya preguntado:
"Mi vida no es opinable ".
(Los necios también son no-opinables,
pero de otra manera...)
Ése es el mérito de que los años no pasen en vano,
si es que en vano no han pasado.
Entonces hagamos esto: cumplamos años.
Tomemos la excusa del cambio de almanaque
para cumplir años ahora, todos juntos.
Cada uno elija una persona querida y dígaselo.
Yo te quiero mucho
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