Por qué te afliges tanto,
compañero…?
Qué piensas que has perdido en tu sendero…?
Si en este
viaje de llanto…y de placer…,
no existe nada que se pueda
perder…!
Hemos llegado con las manos vacías…
y nos iremos de igual
modo un día…!
Todo nos es prestado por un rato:
desde lo más
penoso…hasta lo grato!
Y si no puedes –ni por un momento-,
en tus dos
manos alojar al viento…,
…menos puedes perder lo que no es tuyo…
breve
inquilino de un fugaz arrullo…!
Incluso hasta tu aliento más
postrero
tendrás que devolverlo, compañero!...,
…como la lluvia le
devuelve al río,
la gota evaporada de rocío…,
…y el invierno le pasa
la bandera,
al estallido de la primavera…!
…que sólo el que aprendió a
desaferrarse,
puede sentir su corazón colmarse…!
…y en esa paradoja,
amigo mío…,
para estar lleno…¡hay que estar
vacío…!
Poema
de:
Jorge
Oyhanarte