A veces ser un amigo significa dominar el arte del tiempo. Hay un tiempo para el silencio. Un tiempo para dejar ir y permitir que las personas se lancen hacia su propio destino, y un tiempo para prepararse a recoger los pedazos cuando todo se acaba.
A veces ser un amigo significa dominar el arte del tiempo. Hay un tiempo para el silencio. Un tiempo para dejar ir y permitir que las personas se lancen hacia su propio destino, y un tiempo para prepararse a recoger los pedazos cuando todo se acaba.