Hoy está cambiando todo en la Naturaleza. Mira el cielo, observa el color de la luz, la transparencia del aire. ¿No notas algo diferente?
En estas señales se encierra un mensaje: la vida nos habla en su lengua de signos. Dice que es tiempo de renovación.
La alfombra de hojarasca que cubre las aceras salpicando de amarillo la rutina y esta brisa fresca con olor a tierra que acerca la montaña a las calles abiertas querrán hacerte pensar que es el otoño el que obra semejante escena.
¡Qué va! Este martes de noviembre, en mis venas, lo que yo siento es otra cosa, como un anticipo del verano, como si desde la orilla del mar, el mar viniera a lamer mis pies –y yo con ellos besara su arena– hasta esta playa inédita –y desde hoy memorable– que asoma por los bulevares de García Noblejas.
¡Ya es primavera en el Hemisferio Sur! Por eso mi corazón despierta.
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