Un hombre ideal nunca interrumpe un beso para contestar su teléfono o cambiar el canal de la televisión.
Un hombre ideal entiende que su encanto no está en el tamaño de su órgano, sino que en sus más sinceros sentimientos hacia una mujer.
La creatividad y la diversidad en el sexo son dos cosas importantes, pero el amante ideal se da perfecta cuenta de que su pareja no es una artista de circo.
Un hombre ideal no hace el amor sólo de noche ya que se da cuenta de que su mujer está cansada luego de un largo día de trabajo y necesita un buen descanso. El sexo por la mañana es bueno porque el cuerpo está descansado y la temperatura corporal está lo suficientemente alta como para aumentar la sensibilidad.
Un amante ideal es tierno contigo, paciente y atento a todas tus necesidades, gestos y palabras. Te llena de hermosas frases - no sólo antes de hacer el amor - sino que durante y después también. Te mira como si no hubiese otra mujer en el mundo y eso te hace la más hermosa y la más deseada.
Al hombre ideal le gusta todo de ti: tu pelo, tus labios, cuello, rodillas y pies. Cada mirada suya hacia ti tiene un significado tal que tu corazón late fuerte y alas invisibles te llevan al cielo.