No han de venir los científicos a descubrir que no soy el ombligo del mundo. Soy una pequeña mácula asentada en un globo de sueños que gira alrededor de mi enamorado sol. Esto, lejos de ser una ofensa para mi, es un alivio. Llevar el peso del amor sobre los hombros, casi me hace encorvar; si tan enorme fuera para que todo rondara a mi alrededor, sé que me quedaría aplastada el alma.
Orgullosa me siento de ser la amiga de mi perro fiel, y termino preguntándome si yo le tengo a él, o viceversa. Hermana y nada más de los animales soy, aunque se razonar; el instinto ante el amor me puede.
Reina en mis pensamientos, domadora de mis facultades...No, el amor me hizo perder las riendas, y desbocada, dejé que él se apoderara de mi alma.
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