Ya lo propuso Elizabeth Badinter en 1980, en su obra ¿Existe el instinto maternal? , donde plantea que el mitificado afecto maternal no tiene nada de natural e instintivo y que este mito ha constituido una estrategia patriarcal habilísima para transferir a las mujeres la carga del cuidado de l@s hij@s.
(extracto de Ciudad de mujeres)..."La realidad de un hombre transexual que gesta una nueva vida por amor y decisión propia y en consentimiento con su pareja femenina crea controversia siempre y cuando el episodio sea observado desde patrones dicotómicos hombre/mujer biológicos. El sentimiento de “maternidad” no está necesariamente ligado al género femenino biológico, la construcción de ese sentimiento es universal y puede darse con más frecuencia de la que imaginamos en varones biológicos y construidos socialmente como tales, muchos hombres quisieran ser los gestores de una nueva vida en sus entrañas." http://beatrizgarrido.nireblog.com/post/2007/02/26/feminismo-y-sexualidad
Y como me comentan muchas mujeres, amigas, el mito de que te venga el instinto y quieras procrear, no se dá normalmente. Más bien es un proyecto a largo plazo, con un debate entre la pareja que dura entre 2 y 5 años lo menos. Premeditado y organizado para poder compaginar trabajo, vida personal, sentimental, recursos económicos y apoyos familiares...¿instintivo?. Con suerte, serán personas responsables y conscientes de acompañar a una nueva vida en su crecimiento, hasta lograr su autonomía e independencia. De todas formas es un bonito proyecto ¿no?, no lo encuadremos solo a las mujeres, sino a una decisión personal.El cuidado del mundo y de sus personitas, ha de ser responsabilidad compartida si queremos mejorarlo.
Como siempre pienso, dejemos de perpetuar roles fijos en mujeres y hombres, dejemos que ellas y ellos encuentren su camino y sus metas en esta vida incierta. Dejemos a nuestro instinto y a nuetra racionalidad divagar libres, sin "mandatos de género", sin trampas patriarcales que hagan recaer mayores exigencias sobre las mujeres. Revisemos los conceptos y sus consecuencias antes de seguir usándolos, y tal vea crearemos nuevos conceptos y mejores reponsabilidades. Más conciencia social y menos sexismo.