En las tareas diarias puedes mirar tus fracasos y debilidades, o bien tus
éxitos y fortalezas. La vida es tal que en todos los momentos tenemos la
posibilidad de fracasar o ser exitosos al mismo tiempo. Pues, por detrás de un
éxito pasajero, puede haber un fracaso que se esconde y solo se revelará a la
larga de los años. Y los fracasos también pueden ser éxitos disfrazados. Por
eso, lo mejor es, mientras viendo tus debilidades, enfocarte en tus fortalezas.
Entender los límites es muy positivo, pues refuerza la humildad en el ser. Pero
no puedo parar de vivir, sino que tengo que progresar todos los días y para
esto, solamente mis fortalezas me ayudarán. Así que, elige las gafas con las que
deseas mirar las tareas diarias y actúa.
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