Un ser paradójico…
Que piensa con el corazón, actúa guiada por los sentimientos y triunfa gracias al amor.
Que en un solo día es capaz de experimentar muchas emociones, de transmitir cada una de ellas sólo con la mirada.
Que busca constantemente la perfección y vive tratando de disculpar los errores de aquellos a quienes ama.
Que alberga en su vientre a otro ser, lo ofrece al mundo y después queda absorta ante la belleza de los hijos que engendró. Luego les da alas y les enseña a volar, sabiendo que no son su propiedad; pero sufre al verlos partir.
Que mantiene siempre encendido el fuego del hogar, incluso con la más pequeña de las chispas y durante la más brutal de las tempestades.
Que se hermosea, enciende lámparas con velas de ternura y perfuma la cama, aunque su amor no perciba esos detalles.
Que, como alquimista, transforma en luz, sonrisas y buen humor los dolores de su alma para que nadie los advierta.
Que herida, tiene fuerzas para dar consuelo a quien se acerca a llorar sobre su hombro.
¡Dichosos aquellos que, aunque sólo por un instante, puedan entender el alma de una mujer!
Autor ó Autor@: Desconocido...
Tema anterior
Primer 
