A través de
los años construimos imágenes para alimentar el alma, fijamos en
nuestras
retinas los rostros de seres que tantas veces nos ilusionaron y
vivieron su
tiempo a nuestro lado.
Sentimos latir el corazón con ansias cuando
estamos con la persona amada,
pero con el tiempo descubrimos que también
debemos aprender a vivir con
nuestra infatigable soledad, una soledad que nos
acompaña desde siempre y
por la cual escapamos a la sensación de vacío que
produce el saber que
alguien ya no nos ama como ayer, o que alguien se fue
del mundo y su
presencia no entibia nuestros días, que sus sonrisas no
alegran ya los
momentos..
...y nos quedamos solos, mirando un tiempo
pasado, sin remedio. Entonces es
momento de entregarle a Dios el tesoro
acumulado y aprender a reconstruirnos
con la experiencia y la fuerza que nos
da la vida nuevamente.
Las
esperanzas son las estrellas del alma. Dejarlas brillar en nuestro
cielo
interno es una guía, una orientación en el camino. No pierdas las
esperanzas
de un tiempo mejor y de lograr aquellas cosas que tantas veces
acariciaste
en el silencio de tu habitación, porque de ilusiones también se
vive, de
ilusiones también nos alimentamos... y aprendemos a vivir caminando
senderos
luminosos y aprendemos a ser luz en el destino.
Vive la vida
hoy, no dejes para mañana lo que deseaste ayer, porque una
larga caminata
empieza con un solo paso. Decídete y vuelve andar. Anímate a
decir "te amo"
tal vez algún día necesites que alguien te devuelva
esas
palabras.
Miguel Ángel Arcel
UN BESICO AMIGAS
AIMAR