La vida es una serie de circunstancias,
que a
veces no se tiene ningún control sobre ellas.
Pero eso
no significa que eres una marioneta manejada por los hilos de lo inesperado y
del azar.
Siempre
tendrás a tu alcance, el poder de la decisión, el aceptar o negar, aprenderás
atinando o fallando, de lo malo y de lo
bueno.
Pero...
No se vale que te
arrastres, cuando ya andas de pie, o que pierdas tu dignidad por un precio
irrisorio, porque te odiarás toda la vida.
Cualquier meta que uno se
imponga
tiene un precio, y cuanto más alta sea ésta, mas será lo valioso que
hay que pagar.
Sólo ten presente, que siempre tendrás que luchar para que
lo más sagrado de ti, no lo cotizen...
¡Tus
Sentimientos!