Qué difícil es, reparar un corazón roto, recuperar al amor
que se ha perdido; aceptar que muchas cosas no volverán a ser igual, sanar
después de haber herido.
Qué difícil es, levantarse cuando de lo más alto
se ha caído, volver a creer después de una traición; abrir de nuevo las puertas
cuando se cerraron porque alguien nos falló.
Qué difícil es, devolver el
tiempo y recuperar el tiempo que se ha ido, recobrar lo que quedó siendo cenizas
después de que el fuego lo pudo haber consumido, decir te perdono, cuando fue
grande el dolor sentido.
Qué difícil es, darse una nueva oportunidad de
volver a amar cuando por amor se ha sufrido, querer vivir cuando nos sentimos
vencidos; soñar después de ver todos los intentos fallidos.
Qué difícil
es, creer en Dios cuando más solos y olvidados nos sentimos; hablar desde dentro
cuando realmente no nos sentimos escuchados; animarnos, cuando realmente estamos
muy cansados.
Qué difícil es, levantarse cada mañana, cuando el día
anterior fue complicado; estar como si nada, cuando por dentro estamos
destrozados; expresar con palabras lo que en un nudo en la garganta tenemos
atorado.
Qué difícil es, encontrar un buen amigo en los momentos en qué
más lo necesitamos, dar una palabra de aliento a alguien que cree que todo es
imposible y que es muy difícil de encontrar una solución después de tantas veces
haberlo intentado y haberse equivocado.
Hay muchos momentos difíciles,
muchas sensaciones que nos impiden creer en los milagros; pero todo es posible
cuando en medio de todos esos imposibles, nos sentimos seguros de que Dios está
con nosotros y su amor aún en la cruz y en la adversidad
experimentamos.
Es cierto, todo eso es demasiado difícil, pero el amor
verdadero hace milagros. No dejes de creer que algún dia lo encontrarás, de
hecho ya lo tienes, porque el Amigazo nos ha amado tanto que su vida en la cruz
por amor a nosotros quiso entregar
Kary
Rojas