Alguna vez has notado que cierta gente tiene la habilidad de captar la atención de todo aquel que habla con ellos? No importa cómo se vean o cuánto dinero tengan, esta clase de personas puede ingresar en un cuarto e instantáneamente convertirse en el centro de atención. Cuando ellos salen, la gente piensa bien de ellos y
trata de imitarlos. Esta habilidad es llamada carisma, una especie de magnetismo que inspira confianza y buenos sentimientos. Como la belleza, la suerte y la posición social, el carisma puede abrir muchas puertas en la vida. A diferencia de estas otras cualidades, cualquiera puede llegar a ser carismático.
Tener carisma es canalizar tus energías en la gente. Si lo que transmites es estrés y ansiedad, la gente te
rechazará. Si transmites tranquilidad y buena disposición, la gente se sentirá atraída por tu forma de actuar y
querrán ser más como tú eres.
Haz que cada personas que conozcas se siente importante sin importar tu primera impresión o la reputación que
pueda tener esta persona. Si haces que la gente se sienta bien con ellos mismos, se sentirán también con vos y
con los demás..