El
verdadero reto de nuestra vida está en aceptar nuestros errores y no perder la
calma para lograr ser dueños de nosotros mismos.
Cuando el egoísmo no
limite tu capacidad de amar.
Cuando
confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué
dirán.
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en
resultados.
Cuando
puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna
lucha que la compra de la falsa victoria.
Cuando
actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin
perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
Cuando
sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.
Cuando
puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin
pensar que es un dios.
Cuando
sepas enfrentar tus errores, tan fácil y positivamente como tus aciertos.
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y
tu ausencia a quien no te aprecia.
Cuando ya no debas sufrir por conocer
la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el
placer.
Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te
rodean, sino en Dios y en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores,
cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces serás...
¡UN TRIUNFADOR!
cariños en este fin de semana
AIMAR