"Amen a sus
enemigos:rueguen por sus
perseguidores"
Qué tremenda afirmación la
de Jesús!
Si muchas veces es difícil
amar a los amigos,
¿Como podría amar al que
busca mi mal?.
Amar al amigo y a quien me
quiere es la cosa
más fácil del mundo:sale
sin esfuerzo, y
seríamos algo pervertidos
si no lo hiciéramos.
Sentirme bien con el bueno
es un movimiento
epidérmico y
espontaneo.Pero otro cantar
es el amor al malo o,por lo
menos,al que
yo creo que es malo porque
me ha perjudicado
en algo.
Hagamos el esfuerzo por
sufrir bien a quienes
nos caen antipáticos.Es
todavía muy poco,pero podrá ser el primer escalón que nos permita
subir a otro,dando un paso
más arriba.
¡Es cuestión de salud!El
odio es la peor
enfermedad que padecemos,y
el amor,su
único
antídoto.