Por las mañanas, canta canciones alegres mientras
te duchas y mientras te arreglas. Pondrás en marcha el motor de tu alegría y te
ayudará a entrar con optimismo en el nuevo día.
Siempre que puedas toma un par de minutos para
relajarte y respirar profundamente. Es un gran reconstituyente para tu cuerpo y
para tu mente.
Dale luz y alegría a tu vida y revélate
contra la moda triste y deprimente. Vístete con colores claros y alegres;
notarás la diferencia.
Una alimentación saludable, un ejercicio adecuado
y un profundo descanso son tres pilares básicos para tu salud, y, no lo olvides
. . . ¡También para tu felicidad! Practícalos.
Sonríe, sonríe, ¡sonríe! Entrénate y practica el
arte de sonreir. Verás las cosas de otra manera y tu vida cambiará de color.
Elige series o películas cómicas. Expanden tu
espíritu y mejoran tu salud. Huye de los dramas y de la violencia.
Mímate, cuídate, quiérete. Tú eres lo más
importante, lo más valioso para ti en tu vida. Libérate de la necesidad de
aprobación de los demás. Es primordial para tu felicidad.
Aprende a buscar el lado positivo de las personas
y de las cosas. Te sorprenderá el comprobar que "siempre" lo tienen.
Cuando algo o alguien te perjudique o moleste,
intenta analizar y comprender, desde un lado positivo, el por qué de esta
situación. Te ayudará a ser más tolerante y tú te sentirás mucho mejor.
¡Ama a tu familia, a tus amigos, a la vida. . .
profunda, plenamente! Pero que tu amor sea alegre, desinteresado, feliz. Aléjate
de la cultura del sufrimiento y entra "de pleno derecho" en la cultura de la
felicidad.
Aprende a experimentar y a gozar consciente y
plenamente, tus momentos de felicidad. Te asombrará descubrir como crecen, como
se multiplican...
Sea cual sea tu edad o situación, ten un proyecto
en tu vida que te ilusione, que te entusiasme. Es el motor perfecto para poner
en marcha tu felicidad.
Cultiva y refina tu mente y tu espíritu. Aprende
a descubrir y a disfrutar de tantas cosas bellas y grandiosas que hay en la
vida. Tu riqueza interior es la mayor de las riquezas.
Defiende, contra todo, tu libertad personal y tu
paz interior. Son dos valores irrenunciables y un seguro a todo riesgo para
mantener tu felicidad.
Rompe los límites de tu existencia y dale un
sentido trascendente a tu vida. Tu mundo se expandirá y adquirirá una nueva y
extraordinaria dimensión.