AGUAS
MANSAS
Que tus palabras sean como aguas mansas pero en constante
movimiento, que con paciencia se van abriendo camino.
Que sean una bendición para los campos áridos,
que sean dadoras de vida para todas las plantas que se nutran de tus palabras
convertidas en agua.
Que con dulzura se introduzcan en la vida de los
sedientos, que necesitan de un trago para seguir viviendo, no te fijes quien se
aprovecha de ellas, simplemente fluye.
Las palabras pueden ser una poesía, una frase
célebre, un consejo, un cuento, una felicitación, una reflexión, incluso hasta
un chiste, sin embargo deben seguir un cauce de amor para que llegue a
todos.
Tus palabras pueden ser también en un momento
dado, como las aguas que bajan con fuerza, velocidad y en grandes cantidades,
destructivas y mortales, pues a su paso se desbordan y ahogan.
Esta diferencia la marca los sentimientos que
nos embargan en el momento que las emitimos, de cada uno depende que nuestras
palabras den vida o por el contrario destruyan y asesinen.
Transformémonos igual que el agua, que nuestras
palabras y pensamientos cuando no sean positivos se conviertan en hielo, y
queden mudas y estáticas.
Que cuando sean para compartir, estas sean
líquido que se usa para conservar y crear la vida.
Y que sean vapor cuando queramos que estas
lleguen a las alturas, para que el Buen Dios, las distribuya más sabiamente, en
forma de lluvia, a todos sin distinción.
Benditas sean todas las palabras de amor, que de
ti procedan, pues eso demuestra que tu corazón está en buenas
manos...
|