En un campo vecino, pastoreaban dos caballos
siempre.
De lejos parecen caballos comunes, pero si se los
mira
con atención, se percibe que uno de
ellos es ciego,
Aún así el dueño no se deshizo de él y le consiguió
un amigo( un caballo más joven).
Eso ya es de admirar.
Si escuchas bien, oirás una campana, Buscando de
donde viene el sonido,
Verás que hay una pequeña campana en el cuello del
caballo menor.
Así el caballo ciego sabe donde esta su compañero y
vá hacia él.
Ambos pasan el día comiendo y al atardecer el
caballo ciego
sigue al compañero
hasta el establo.
Y el caballo de la campana está siempre mirando si
el otro lo siguey,
Algunas veces, se detiene así el otro puede
alcanzarlo.
Y el caballo ciego, se guia por el sonido de la
campana
Confiando que el otro lo está llevando por el
camino cierto.
Como el dueño de estas caballos, Dios no se
deshace de nosotros sólo porque no somos
perfectos o porque tenemos
problemas.
El cuida de nosotros y hace que otras personas
vengan en nuestro auxilio cuando
precisamos.
Algunas veces somos el caballo ciego
guiado
por las campanas de aquellos que Dios
Coloca en nuestras vidas.
Otras veces, somos el caballo guía,
Ayudando a otros a encontrar su camino.
Y así son los buenos Amigos,
Tu no necesitas verlos, pero ellos
están.
AIMAR