1. No recordaba los nombre propios
2. No encuentro
donde dejé algunas cosas.
3. Cuando estoy hablando, de pronto me paro y no
sigo, porque no
recuerdo, a veces, lo que voy a decir o cómo sigo.
En
fin, creía que había comenzado a tener un enemigo en mi cabeza cuyo
nombre
empezaba con A.
Hoy leyendo en la Revista de Clarin, el art. del Dr.
Abdala, quedé
mucho más tranquilo, por eso se los voy a
transcribir:
Dice asi: "Si uno tiene conciencia de los problemas de
memoria es que
no los tiene"
Hay un término ANOSOGNOSIA, que indica el
no darse cuenta de lo que
ocurre. La mitad de los mayores de 50 años presenta
alguna falla, pero
es más por la edad que por enfermedad.
Quejarse
sobre fallas de la memoria es un hecho muy frecuente en
personas de 50 años
de edad para arriba. Se traduce en no poder
recordar el nombre propio de un
individuo, de entrar a una habitación
sin saber qué se iba a buscar, olvidar
el título de una película,
dónde se dejaron los anteojos o las
llaves.
En estas edades, más de la mitad de los adultos presenta
esta
dificultad lo cual indica que más que una enfermedad es
una
característica de los años que se tienen.
Muchas personas se
preocupan (a veces en exceso) por estos olvidos. De
aquí una afirmación
importante: - "quien es consiente de padecer de
estos olvidos es quien no
tiene problemas serios de memoria ya que
quien padece una enfermedad de la
memoria "Con el inevitable fantasma
del Alzheimer" no tiene registro de lo
que efectivamente le pasa, ya
que presenta ANOSOGNOSIA, una palabra médica
que indica, precisamente
el no darse cuenta de lo que le ocurre
-".
B.Dubois, profesor de neurología de CHU Pitié-Salpêtrière, acuñó
una
paradójica pero didáctica explicación válida para la mayoría de
los
casos de personas preocupadas por sus olvidos:
"Cuanto más se
quejan los sujetos de su memoria, menos probabilidades
tienen de sufrir una
enfermedad de la memoria".
Para que algo se pueda recordar, el cerebro
dispone de tres circuitos
operacionales que deben funcionar
armónicamente.
1. El primero es el de la capacidad de registrar una
información con
una calidad suficiente para que después se pueda recordar.
Quien está
distraído o sumergido en preocupaciones de diversos tipos no
presta la
necesaria atención, imprescindible para después recordar.
2.
El segundo es que la información percibida debe ser transferida a
dos lugares
del cerebro donde se depositan los datos:
· Los hipocampos
· Los circuitos
de Papez.
Si estas zonas están dañadas, la información no podrá ser
"grabada"
por el cerebro y se perderá a pesar de que la persona haya
prestado
mucha atención. Es precisamente lo que se estropea en la enfermedad
de
Alzheimer ya que los hipocampos empiezan a deteriorarse.
3. El
tercer paso es el de recuperar la información grabada si han
funcionado bien
los dos circuitos previos: es la de recuperar y
reproducir lo grabado. Esto
depende de los lóbulos frontales (ubicados
y llamados así por estar detrás de
la frente). Con el transcurso de
los años se constata una normal disminución
de la perfusión de sangre
de un menos rendimiento de su
funcionamiento.
Aunque los olvidos puedan ser consecuencia de fallas en
alguna de las
tres zonas mencionadas, solamente la segunda (consecuencia de
daños en
los hipocampos) es para preocuparse y ocuparse, ya que en
la
actualidad los médicos disponen de diversos estudios de
sencilla
realización que permiten precisar la causa de los olvidos.
No
conviene banalizar el problema. La consulta precoz y los estudios
facilitan
también un tratamiento precoz en caso de necesidad.
Especialmente si además
de olvidos, hay dificultades para
planificación de actividades, en realizar
las competencias habituales,
percibir menos capacidad para solucionar
problemas nuevos y para
sostener roles sociales no rutinarios.
Yo
resumo e insisto en que para tener memoria hay que tener o
poner:
1.Concentración
2. Interés
3.
Atención
Espero que despues de esto queden mas
tranquilos.