Los Celos, ¿enfermedad o mucho amor?
El amor y los celos están íntimamente relacionados, ya que quien ama permanece habitualmente en estado de alerta hacia la otra persona. Los celos en pequeñas dosis son saludables e incluso pueden calificarse de románticos pero cuando son excesivos pueden resultar enfermizos y llegar a causar irremediable dolor. Como en muchos de los problemas psicológicos, los celos son el inicio y el desencadenante de una situación personal y familiar insostenible.
El principal problema es que aunque sí se puede alcanzar un cierto control, su curación es muy difícil. Una vía para dominar los celos es hablar abiertamente de ellos con la persona que se los provoca y, en su caso, con el especialista.
Es fácil que en toda relación se produzcan celos por temor a perder al ser querido, pero hay que ser capaz de controlarlos para lograr ser feliz, pues la persona celosa difícilmente puede serlo, ya que sus deseos por controlar a su pareja de forma continua, y el sospechar de todos sus actos, le imposibilita conseguir esa felicidad.
Debajo de esta problemática encontramos:
· Una baja autoestima (aunque parezca lo contrario).
· Dificultad para valorarse a sí mismo.
· Pérdidas afectivas en la infancia ocasionadas por padres poco valorativos de las virtudes de los hijos, muy exigentes y muy críticos.
· Patrones afectivos mal aprendidos o modelos poco útiles para seguir.