Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LA GALERIA DE LOS PPS
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 ❤ TAN SENCILLO ❤ 
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: El Prendimiento de Jesús
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: ۩۞**Aimar**۞۩  (Mensaje original) Enviado: 05/04/2012 11:05
El Prendimiento de Jesús
El fervor popular recuerda el Miércoles Santo el momento en que Jesús es apresado
para llevarlo a la presencia del Sanedrín.
“Y al instante, cuando todavía estaba hablando, llega Judas, uno de los doce, acompañado de
una muchedumbre con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, de los
escribas y de los ancianos.

El que lo entregaba les había dado una señal: Aquel a quien yo bese, ése es; prendedlo y
conducidlo con cautela. Y al llegar a él en seguida , le dice: Rabbí; y le besó. Entonces le
echaron mano y lo prendieron. Pero uno de los que lo rodeaban, sacando la espada hirió
al criado del Sumo Sacerdote, y le cortó la oreja. En respuesta Jesús les dijo: ¿Cómo contra
un ladrón habéis venido con espadas y palos a prenderme? Todos los días estaba en el Templo
enseñando, y no me prendisteis; pero que se cumplan las Escrituras. Entonces, abandonándole
huyeron todos. Y un joven, envuelto su cuerpo desnudo solo con una sábana, le seguía y lo
agarraron. Pero él, soltando la sábana, se escapó desnudo”
(Mc 14, 43-52)


El evangelista nos narra el momento del prendimiento de Jesús. Habían tenido ocasiones,
a la luz del día, pero tuvieron miedo a la respuesta popular; y acuden en el silencio de la
noche armados de palos y de espadas.

En los evangelios de San Lucas y Mateo se recoge la respuesta de Jesús, tras el beso de Judas.
“ ¿Judas, con un beso traicionas al Hijo del Hombre?”
(Lc 22, 48).
En el pasaje descrito por San Mateo un brevísimo diálogo entre Jesús y Judas: “Buenas noches,
Maestro. Y le dio un beso. Jesús le dijo: Amigo, haz lo que vienes a hacer” (Mt 26, 49-50).
El relato de San Juan nos presenta un diálogo entre el Señor y el gentío que acude a prenderle.

San Marcos nos habla de una muchedumbre la que acompaña a Judas. San Juan recoge que
a ese gentío le acompaña una cohorte de legionarios romanos, que estaba compuesta de 600
soldados, al mando de un tribuno. Unos y otros desembocan en la cantidad de personas que
acudieron a detener al Señor.

El beso, señal de saludo y de amistad que permanece inalterable a lo largo de los tiempos.
Judas emplea esta señal para darle a conocer. Jesús le recibe con cariño: Amigo, haz lo que
vienes a hacer, como leemos en San Mateo. No le reprende. Al igual que durante la Ultima
Cena, que silencia su nombre, parece con ello darle una oportunidad de rectificar la grave
acción que estaba cometiendo.
Pero Judas sigue adelante. La soberbia había nublado el corazón de Judas. El Señor da una
oportunidad a quien le hace el mal, y de seguro que se la seguirá dando hasta el final; todos
gozamos de esas mismas oportunidades, cada día. El Señor nos da una nueva lección, ya
no con palabras, sino con hechos: Jesús ama también a sus enemigos, a quienes da un trato
de caridad.

Prendedlo y conducidlo con cautela, dice Judas, como temiendo que pudiera escaparse. No
comprendía que era el mismo Jesús el que se entregaba. No ofrece resistencia, no intenta
escapar, al contrario evita una reacción de los Apóstoles. Pedro hiere a uno de los siervos
del Sumo Sacerdote, a Malco, pero Jesús le sana la herida. Nadie de aquella muchedumbre
se detiene en aquel detalle; ni el mismo Malco quien acababa de ser curado. “¿Acaso no
voy a beber el cáliz que el Padre me ha dado?”
(Jn 18, 4)

Una muchedumbre con espadas y palos (Mc 14, 43). Habían seguido muy de cerca la
trayectoria de Jesús durante su vida pública : iba haciendo el bien. Esto lo sabían ellos.
Era pacífico; tan solo el cercano enfado del Señor en el Templo. Muchas ocasiones habían
tenido para capturarlo. Eligen la noche, y un grupo fuertemente armado, acompañados
de soldados romanos. Como si se tratara de un ladrón, de un delincuente peligroso,
o un activista de los que agitaban a la población contra el Imperio.

Pero que se cumplan las Escrituras (Mc 14, 49). El Señor se deja prender, para ello había
venido a estar entre nosotros. La primera parte de su misión sagrada se había cumplido;
ahora quedaba la ultima, la mas dura, la del sufrimiento en toda la extensión de la palabra,
que culminaría con su muerte en la Cruz.

Pero antes quedaba el abandono, tal como lo había dicho. Entonces, abandonándole huyeron
todos (Mc 14, 50). Jesús queda solo ante aquellos que se consideraban sus enemigos. Es para
nosotros otro toque de atención. Juzgamos la actuación de aquellos discípulos, sin acertar a
ver nuestras claudicaciones, abandonos, negativas. Jesús se queda sólo aquella noche, el
Sagrario viviente abandonado de todos.Un momento que se vendrá repitiendo con cierta
asiduidad hasta nuestros días.

Antonio Tapia García


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: ۩۞**Aimar**۞۩ Enviado: 05/04/2012 11:17


 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados