Era un
jardín sonriente; era una tranquila
fuente de
cristal; era, a su borde
asomada, una rosa
inmaculada de un
rosal Era un viejo
jardinero que cuidaba con
esmero del
vergel, y era la rosa un
tesoro de más quilates que el
oro para
él. A
la orilla de la fuente un caballero
pasó, y
la rosa dulcemente de su tallo
separó. Y al notar el
jardinero que faltaba en el
rosal, cantaba así,
plañidero, receloso de su
mal:
- Rosa, la
más delicada que por mi amor
cultivada nunca
fue; rosa, la más
encendida la más fragante y
pulida que
cuidé; blanca estrella que del
cielo, curiosa de ver el
suelo, resbaló; a la que una
mariposa de mancharla
temerosa no
llegó ¿Quién te quiere? ¿Quién te
llama por tu bien o por tu
mal? ¿Quién te llevó de la
rama, que no estás en tu
rosal? ¿Tú no sabes que es
grosero el mundo? ¿Qué es
traicionero el
amor?
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¿Que no se
aprecia en la vida la pura miel
escondida en la
flor? ¿Bajo qué cielo
caíste? ¿a quién tu tesoro
diste virginal? ¿En qué manos te
deshojas? ¿Qué aliento quema tus
hojas infernal? ¿Quién te cuida con
esmero como el viejo
jardinero te
cuidó? ¿Quién por ti sola
suspira? ¿Quién te quiere? ¿Quién te
mira como
yo? ¿Quién te miente que te
ama con
fe y con ternura igual? ¿Quién te llevó de la
rama, que no estás en tu
rosal? ¿Por qué te fuiste tan
pura de
otra vida a la ventura o al
dolor? ¿Qué faltaba a tu
recreo? ¿Qué a tu inocente
deseo, soñador? En la fuente limpia y
clara, espejo que te
copiara ¿no te
di? Los
pájaros escondidos, ¿no cantaban en sus
nidos para
ti? Cuando era el aire de
fuego, ¿no refresqué con mi
riego tu
calor? ¿No te dio mi trato
amigo en las heladas
abrigo protector? Quién para sí te
reclama, ¿te hará bien o te hará
mal? ¿Quién te llevó de la
rama, que no estás en tu
rosal?
Así un día
y otro día entre espinas y entre
flores, el jardinero
plañía, imaginando
dolores, desde aquel en que a la
fuente un caballero
llegó y
la rosa dulcemente de su tallo
separó...
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