El
poder de las piedras fue descubierto por los hombres en épocas remotas, y desde
entonces su energía empleada en ritos de adivinación y de sanación.
Las
curaciones con piedras aumentan el poder personal y actúan sobre las emociones.
Armonizan los
elementos (agua, fuego, aire y tierra), los colores, los sonidos y el espacio
que nos rodea.
Existen
piedras que generan bienestar y salud, y es necesario conocer en que área de la
salud actúa cada una.
ÁGATA:
Es la piedra
que mejora los conflictos psíquicos y da fuerza y coraje para enfrentar
situaciones difíciles.
El Ágata
verde mejora la salud de los ojos.
ÁMBAR:
El
Ámbar protege a los niños. Es resina fosilizada, y debe ser usada en forma de
círculo: como pulsera o collar.
AGUAMARINA:
Es
la piedra que alivia la angustia y fomenta la intuición. Se usa como anillo en
la mano izquierda.
AZABACHE:
Absorbe la
energía negativa y ahuyenta los temores que bloquean la acción. Debe usarse como
adorno en el hogar.
AMATISTA:
Es
una gema armonizadora que actúa ayudando a superar las adicciones, a calmar los
miedos y a vencer el insomnio.
Utilícela
como anillo o colgante, en contacto con su cuerpo.
Las piedras
deben ser limpiadas para liberarlas de las ondas negativas con las que se
cargan.
1. Coloque la
piedra en un recipiente de vidrio o de cristal y llénelo de agua fría colocando
una pizca de sal.
2. Deje la
piedra en este baño purificador durante toda la noche.
3. Saque la
piedra a la mañana, enjuáguela con agua común y séquela con un trapo de lino o
de algodón.
Tire
rápidamente el agua salada donde lavó la piedra.
Existe otra
variante de limpieza: deje la piedra en la heladera durante toda la
noche.