NOCHE DE PAZ,
NOCHE DE AMOR
La canción de navidad más conocida es Noche de paz,
noche de amor, escrita por Josef Mohr en el año 1818 y musicalizada por
Franz-Xaver Gruber. Esta melodía fue escrita para la gente sencilla y apareció
en tiempos difíciles, al cabo de décadas de conflictos bélicos vividos en
Europa, es decir, en un tiempo que estuvo marcado por el miedo y la inseguridad,
por el hambre y por difíciles circunstancias económicas. A esta situación la canción le contrapone otra realidad, al hablar
de paz, de felicidad y de "tranquilidad celestial".
Josef Mohr interpreta el misterio de la navidad para
sus contemporáneos, pero también lo hace para nosotros. En la paz de la noche
nace Dios, y Él también quiere nacer en la paz de nuestro corazón; se necesita
entonces, que en esta noche haya paz para que pueda convertirse en la Noche
Buena. En la navidad, Dios ha santificado nuestra
noche, por medio del nacimiento de su Hijo.
Pues bien, en el silencio escapamos al ruido de este
mundo y entramos en contacto con lo sagrado que está dentro de nosotros. La
Noche Buena de navidad se propone callar el ruido interior de los miedos que
muchas veces nos acosan en nuestros sueños, para que Jesús pueda nacer en
nuestro interior.
Allí donde la noche se convirtió en símbolo de la
oscuridad y el sinsentido, en la imagen de un estado de depresión y parálisis,
llega la luz de la navidad para transformarla. Esta luz ilumina la noche de la
depresión, la noche del sinsentido, las noches sin sueño que parecen no tener
fin.
Navidad significa reconocer, con la luz de nuestra
conciencia y en la noche de nuestra vida, a aquel que quiere llenar de magia,
transformar y santificar nuestra noches.
Ahí, donde Dios está con nosotros, se forma un espacio
sagrado y lleno de luz, y en este espacio ya estamos sanos y salvos. Nuestra
noche se vuelve tranquila y sagrada pero, sin este espacio, está llena de miedo
y escuridad. En este sentido, la canción Noche de Paz, Noche de Amor, la cual
ha dado la vuelta al mundo, es una expresión permanente del profundo anhelo que
todos tenemos por la felicidad verdadera, por el paraíso perdido.
Con Amor a mi Niño Jesús
AIMAR