Madre mía.
Que triste es saberte ausente,
saber que te tuve y ahora
ya tu no estas presente.
Tratando de sentirte cerca,
mi mente se pierde en recuerdos
de aquellos bellos momentos
por sentirte cerca,
y es así que recuerdo
cuando corría a tus brazos
cuando me aquejaba una pena
y hallaba en tu regazo
consuelo para mi tristeza.
Recuerdo como con obsequio
en mano hecho con cariño
tan solo para ti,
solía decirte feliz día mama
y hoy que llega ese día
a quien brindarle mi alegría.
Si saberte ausente me roba
las sonrisas,
y mis ojos se inundan
al ver la dicha
de otras hijas
que van en brazos de su madre,
y lloro tu ausencia
al saber que tus brazos
ya no han de acogerme.
Madre mía
en cada escena de mis sueños
tu siempre estas presente
y aunque se
que ya no puedo verte,
se que desde el cielo
tu has de verme y cual
ángel de la guarda
tu has de cuidarme
Madre mía.
Mirando al cielo,
hoy te digo
con lagrimas en los ojos
Feliz Día.
Marya
|