SOLEDAD... En un bote de amargura y armada con una caña, la soledad se ha instalado en la laguna de mi alma. Lentamente va pescando mis alegrías, mis ganas y las deja que se mueran en el fondo de una lata. La brisa de mi esperanza se acerca a su triste cara tratando de convencerla de que es mejor que se vaya.
Desde la orilla le grito: que no siga! Que me mata! pero la ingrata no escucha y prosigue solitaria, pescando mis cosas buenas... metiéndolas en la lata.... Hasta los bellos recuerdos de mi ya lejana infancia intentan, pero no pueden escaparse de su saña. En una lata de olvido, corroída y oxidada la soledad ha metido hasta la esencia de mi alma y me ha dejado vacía, sola, triste y amargada. Si solo el amor viniera a ayudarme a desterrarla... nunca más la dejaría que se acerque hasta mi alma, porque es rencorosa, cruel y muy paciente la huraña, se va metiendo despacio en las lagunas del alma con su bote de amargura y armada con una caña. Tal vez yo sea culpable por permitirme invitarla no sabiendo que al final me costaría arrancarla, cuando enterrase en mi pecho sus raíces tan amargas. Si solo el amor viniera a ayudarme a desterrarla... la brisa de mi esperanza soplaría hasta sacarla con su bote de amargura de la laguna de mi alma.
La soledad es testigo de mis castigo y glorias primera de mis amigos, la llevo conmigo igual que a una mas. La soledad me hace libre, la soledad no me engaña, cuando el mundo se va, soledad es la última que me acompaña. Y es la única hermana que vence a la puesta de sol cada tarde, la presunta culpable del amanecer, sólo ante mi ventana la que llena mi cama de amores y niños, de abuelos y padres Ay mi soledad, a nadie nunca como a ti le he sido fiel a lo mejor te llevo un día ante el altar porque en verdad, quiero a tu vera envejecer- Ay mi soledad, hemos cruzado tantas ciénagas los dos, tantos secretos que no podemos contar tantas palabras q dirían que es amor. Ay soledad que a tu manera, subes y me das la mano y asi los dos caminamos juntos por la carretera. Ay soledad pa mi, que yo soy un varón, y tu silueta de mujer tiene deseo embriagador de otras mujeres q ya no me inspirarán estas canciones… Aunq muera contigo, por Dios soledad solamente te pido que no me abandones.
Autor: Juan Carlos Aragon,al que he tenido el placer de conocer este verano