“La pobreza no es un fenómeno
natural. La causan
los seres humanos y
puede
ser superada y
erradicada gracias a la actuación de
esos mismos seres
humanos.
Acabar con la pobreza no es
un gesto de caridad;
es un acto de justicia. Es
proteger un derecho
humano fundamental, el derecho
a la dignidad y a una vida
decente. Mientras siga
habiendo pobreza, no
habrá verdadera
libertad”.
Nelson Mandela
~La pobreza interna~
Todos
saben lo que es la pobreza terrenal. Pero quisiera hablar sobre la pobreza
desde el punto de vista espiritual.
La pobreza no es la pureza del cuerpo. La pobreza
no es la claridad de la mente. La
pobreza no es la espiritualidad del corazón. La
pobreza no es la realidad del
alma. La pureza del cuerpo es luz. La claridad de la mente
es inmensidad. La espiritualidad
del corazón es altura. La realidad del alma es deleite.
En la vida física, la pobreza es la
ausencia de esfuerzo consciente. En la
vida espiritual, la pobreza es la
ausencia de entrega espontánea a la Voluntad de
Dios. El esfuerzo en la vida física
le dice a un individuo lo que puede hacer y
finalmente lograr por sí mismo. La
entrega en la vida espiritual le dice a un aspirante
lo que Dios ha estado haciendo,
está haciendo y estará haciendo por él.
La pobreza no es una vergüenza. En
la luz de la perfección, la pobreza no es un
vicio o un pecado. Es tan
sólo una limitación. La pobreza no es una enfermedad; es
una obstrucción. Está obstrucción
puede ser superada fácilmente.
¿Qué es la pobreza al fin y al
cabo? La pobreza es miseria. ¿Y qué es miseria?
La miseria emocional es el
resultado del deseo de la mente. También hay miseria
física, la cual es causada por los
nervios tensos. Cuando uno no tiene fe en sí
mismo, ese es el
comienzo de la miseria. Cuando uno pierde la fe en
su Maestro, cae en las dañinas
manos de la miseria.
La pobreza en nuestra
vida espiritual no significa carencia de dinero o de riqueza
material. La pobreza en nuestra
vida espiritual significa la ausencia de un clamor
consciente por Dios. Una persona
está empobrecida en la vida espiritual solamente
cuando no puede permitirse dedicar
un minuto fugaz a Dios. Si no puede pasar
algún tiempo pensando en Dios,
rezando a Dios o trabajando para Dios, está
realmente empobrecida en el mundo
interno.
Un aspirante es realmente rico
cuando siente que su vida entera es para Dios. Es
más rico cuando ve que su aliento
es para Dios. Es la persona más rica de la Tierra
cuando descubre que ella y Dios se
necesitan mutuamente, se aman mutuamente y
están eternamente orgullosos uno de
otro. Este descubrimiento sólo puede hacerlo
cuando vive en el alma. Su alma
constantemente hace emerger la realidad desde las
más recónditas cavidades de su
corazón y sitúa la realidad delante de ella.
Su alma le hace sentir que ella y
Dios son inseparablemente uno. Dios la necesita
para manifestar Sus infinitas
posibilidades y capacidades sobre la tierra, y ella
necesita a Dios para realizar la
altísima Verdad del Más Allá.
Ningún aspirante es ni puede nunca
ser pobre si vive en el alma. El alma es plenitud,
el alma es infinitud. Si el
aspirante vive en el alma, él es todo aspiración, él es todo
realización, él es todo perfección.
La vida del aspirante está inundada de luz. La luz
en su cuerpo es su belleza. La luz
en su vital es su capacidad. La luz en su mente
es su gloria. la luz en su corazón
es su victoria.
~La verdadera
riqueza...~
La riqueza de la vida y la comida
del alma suelen no encontrarse en las cosas materiales.
Puede faltar el dinero, puede
faltar la comida y si bien son necesarios para vivir cuando
nos falta el cariño, la caricia,
el afecto, el amor o simplemente la ternura nos sentimos morir.
Muchas personas caminan por la
vida sintiendo soledad, otras se sienten caer,
otras enferman...Muchos médicos en
la actualidad van más allá de las dolencias
del cuerpo y analizan
las heridas del alma de quienes enferman.
Nos sentimos mal cuando
no podemos ayudar a otros económicamente pero
creo que nos sentimos peor cuando
no podemos ayudar a otros desde el afecto,
la comprensión, la palabra, el
gesto, la caricia o simplemente estando
a su lado cuando nos necesitan.
Muchos nos necesitan. En este
mismo momento alguien tal vez espera un llamado
nuestro, o unas líneas o
simplemente una sonrisa.
La vida es hoy...Hoy es
el momento de hacer feliz a alguien, ahora es el
tiempo de dar pero dar desde el
corazón...
Los tesoros más hermosos son
aquellos que se guardan en el alma.
Por eso pensemos siempre en lo que damos
a los demás más allá de lo material,
reparemos en ese cofre interior que
yace en cada uno de nosotros y comprobemos
día a día que dando lo mejor
seremos los dueños de un tesoro único, del más
importante y entonces sí podemos
llamarnos "ricos ", porque
la verdadera riqueza está en el
alma.