Este año hemos tenido que soportar una persistente sequía, motivo por el cual los árboles demoraron en brotar y florecer. A juzgar por las precipitaciones de los últimos días de enero y primeros de febrero parece que ya terminó.
El pasado 1° de febrero, esta joven Ceiba speciosa (Palo borracho de flor rosada, Somohú), especie nativa de Argentina y otros países de Sudamérica, festejaba el fin de su stress hídrico: