Enfoque sus problemas, sus preocupaciones y sus angustias
desde el punto de vista de lo que usted puede hacer
para superarlas y no desde lo que ellas pueden hacer
para destruir y amargar su vida.
Indudablemente usted es más, puede más
y vale mucho más que lo que le preocupa;
no se dedique a angustiarse,
dedique sus mejores esfuerzos a las soluciones.
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