Tu capacidad de servir a los demás
está en proporción directa a la grandeza de tu corazón
y a la nobleza de tus sentimientos;
de igual manera, a medida que te esfuerzas por compartir,
dar, servir y ser solidario:
crece y se ennoblece tu ser interior,
convirtiéndote en mejor persona,
más feliz y con mayores posibilidades
de vivir una vida de mejor calidad.
|