He estado observando y pensando,
la Navidad de ahora no es como la de otra época,
los juguetes no son los mismos, y nada es igual.
Quiero que nunca nos falte el recuerdo
de aquellos sencillos juguetes nuestros que esperábamos
con tantas ansias y los cuales había que merecer.
Ahora que ya somos adultos todo me hace pensar,
y añoro nuestros tiempos, donde los videos juegos
sólo existían en lo más lejano de nuestros sueños.
Los niños jugábamos con el camión que nuestro propio padre
nos construía,
o con muñecas de trapo, sencillas y bellas,
que nuestras madres confeccionaban…
Eran navidades únicas, bellas e inigualables.
Con el paso del tiempo me doy cuenta,
que nunca deberíamos olvidar los sacrificios
que hacían nuestros padres para darnos esos juguetes.
Hemos crecido, hemos madurado,
y ahora apreciamos cosas del ayer incluso más que en su día.
Como así también aprecio nuestra amistad,
pues aunque pueda pasar tiempo sin que sepas nada de mí,
nunca me olvido de ti y pido a Dios que te cuide estés donde estés
y que nunca te falte los nuestros recuerdos de nuestra niñez...
¡Feliz navidad amigas mías!
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