Pero la ruleta gira y no se sabe cuántas vueltas faltan ni cuál será el resultado.
¿Qué pasará cuando cese?, ¿qué pasará con la apuesta?
El pragmatismo no se lleva bien con el azar. Se llevan un poco a matar, la verdad.
Te convierte en una persona bipolar.
Y eso es lo que hay.
Apostar, plantarse, continuar o cambiar.
Sin ápice de esperanza, tan solo el movimiento errante de la propia libertad
PODEMOS