No sé qué quisiera decirte o de qué forma, pero lo que siento es tuyo y no podría explicarlo. He tirado la toalla y atado de manos, me he sentado muy quieto a esperarte. La rutina, corazón, tiene esa forma de burlarse de nosotros. Y pasan los días con ese estilo, de quien se viste con prisa para no llegar tarde. No sé dónde ha quedado el beso o el intento de besarnos, ni siquiera si el último abrazo que nos dimos duró tan poco como recuerdo. No soy distinto de cualquier hombre. Lo mejor de mí, supongo, sucedió cuando nadie miraba, y tú que estuviste más pendiente de otras cosas, ni siquiera te diste cuenta. El problema es no saber empezar de cero, y a mitad de este problema el resultado, ya no tiene sentido alguno. ¿Crees que la vida cambia o es como un cuadro, donde los lugares y las personas siempre son los mismos?
si tu quieres
PODEMOS