"Imagina que cada persona sobre la Tierra pudiese compartir el conocimiento humano con la mayor libertad y accesibilidad posible."![http://s.huffpost.com/contributors/jimmy-wales/headshot.jpg](http://s.huffpost.com/contributors/jimmy-wales/headshot.jpg)
Jimmy Wales, Fundador de Wikipedia .
Estatua de Fray Luís de León .
Universidad de Salamanca .
He aquí la oda de Fray Luis de León recitada, con las imágenes del lugar que la inspiró, la Granja la Flecha, situada en Cabrerizos, Salamanca. Ésta granja era el lugar de veraneo de los monjes agustinos, orden a la que pertenecía el maestro Fray Luis . Desgraciadamente, este conjunto arquitectónico del siglo XVI se encuentra en un pésimo estado de conservación, como apreciaréis en el vídeo. Por tanto, se plantea el contraste entre el encanto del paisaje acompañado de la oda, donde se alaban las magníficas características de este páramo natural, con las ruinas de lo que podría ser un Bien de Interés Cultural. Se pretende poner de manifiesto su valor estético y artístico, como parte indispensable del paisaje. Se pretende concienciar acerca del valor histórico del lugar, como parte indispensable de la memoria de Cabrerizos, así como de la biografía de Fray Luis de León: no se puede comprender a dicho personaje sin tener en cuenta la importancia que supuso este lugar y su conjunto arquitectónico para él.
ODA A LA VIDA RETIRADA . Fray Luís de León .
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia al pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cuida si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, y mortal cuidado?
¡Oh campo, monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar suave no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
de ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
que con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me baste, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
en sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.