Cuentan que una vez un hombre caminaba por la
playa
en una noche de luna llena.
Pensaba de esta forma:
"..Si tuviera un auto nuevo,
sería feliz"
"..Si tuviera una casa grande, sería feliz"
"..Si tuviera un
excelente trabajo, sería feliz"
"..Si tuviera pareja perfecta, sería
feliz".
..En ese momento, tropezó con
una bolsita llena de piedras
y empezó a tirarlas una por
una al mar cada vez que decía:
"Seria feliz si tuviera...."
.
Asi lo hizo hasta que
solamente
quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó.
Al llegar a su casa se dio
cuenta de que aquella piedrita
era un diamente muy valioso.
¿Te imaginas cuántos diamantes
arrojó al mar
sin detenerse y
apreciarlos?
Cuántos de nosotros pasamos
arrojando nuestros preciosos tesoros
por estar esperando lo que
creemos perfecto o soñando
y deseando lo que no se tiene,
sin darle valor a lo que tenemos cerca.
Mira a tu alrededor y si te
detienes a observar,
te darás cuenta cuán
afortunado eres,
muy cerca de ti está tu
felicidad,
y no le has dado la
oportunidad de demostrarlo.
"La felicidad no depende de lo
que nos falta,
sino del buen uso que hacemos
de lo que tenemos"
Cariños
Aimar