Esta mañana, siento un cosquilleo intenso en el alma, presenciando la salida olímpica del sol, y escuchar aletargado desde la ventana de mi bohío, el clamor de las aves, armonizando ¡muy bien! Brillo, gorjeos y el ritmo acompasado de mis ansias locas rebujadas en mi pecho, queriendo salir todas, y acariciar tu cuerpo.
JOSE NICANOR DE LA ROSA
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