Y tú te preguntas por qué todavía te espero. Y tú me preguntas, que por qué todavía te quiero. Y pensando en todas tus preguntas, meciéndome en las ramas del árbol del tiempo, sonrío pensando en tus ojos.
Y yo te contesto, que tengo mil razones para esperarte, que tengo mil motivos para quererte, que tengo mil y una formas de mirarte. y tú mientras me escuchas, sonríes porque te espero y tú mientras me sientes, te alegras porque te quiero y tú me prometes con tu mirada dulce y sincera que algún día serás rama, que serás viento, que tú serás mis alas que me abracen y me dejen volar acariciado por esa suave brisa, que sale de tus besos.