A la hora de transportarla a casa, llévala envuelta en el plástico que trae o encárgate de envolverla
en uno o con un papel de periódico, para evitar que sufra durante el viaje a casa.
De entrada, el cambio de situación de donde la compraste a tu casa puede ser fuerte y sufrir por ello.
Por lo que no conviene comprarlas con tiempo frío en un puesto en la calle. Los cambios bruscos
de temperatura, son tu peor enemigo.
Cuidados generales
Las Flores de Pascua necesitan un cuidado especial, sobre todo si se quiere prolongar su duración más
allá de las navidades. Es importante que esté en un lugar de la casa con claridad, pero nunca con
exposición directa a los rayos del sol. Cerca de la ventana es buen sitio, pero hay que tener cuidado
con el frío por la noche.
Se debe mantener a temperatura fresca y agradable, evitando las corrientes de aires, tanto frías como calientes.
Es conveniente mantenerla en un lugar con temperaturas que oscilen entre 12 y 24 grados; siendo lo
ideal entre 16 y 21 grados. Una calefacción muy fuerte hará que se caigan las hojas.
Cuando la planta no es de color soportan temperaturas más bajas.
En cuanto al riego, éste dependerá de la temperatura y humedad de la habitación, pero por lo general
se recomienda una o dos veces por semana. La tierra debe estar húmeda pero no encharcada.
Si la tierra está muy húmeda o por el contrario demasiado seca, se le caerán las hojas. Es aconsejable
no regar de forma directa, conviene poner agua en un plato unos 15-20 minutos y retirar el sobrante.
El agua que esté tibia, a la temperatura de la habitación, no muy fría.
Si el ambiente de la habitación es muy seco o existe una calefacción alta, se pueden pulverizar las hojas,
no las brácteas, pues éstas se pueden manchar y decolorar, estropeando así su característico rojo.
De todos modos, para humedecer el aire alrededor de la planta, es más aconsejable ponerla sobre una
capa de guijarros con agua en un cuenco o plato hondo sin que el fondo esté en contacto con el agua.
De este modo se evita el riesgo de infección por hongos.
En cuanto al abono, es suficiente con el uso de abono líquido cada 10 ? 15 días, durante la época de
crecimiento y floración. Sin embargo, no se debe fertilizar la mientras esté florecida.
Quitarle periódicamente las hojas de la base que se van poniendo amarillas, contribuye a
mejorar su salud e higiene.
Problemas habituales
Conviene conocer algunos de los problemas más comunes a los que nos vamos a enfrentar, y a los que
una solución acertada y a tiempo, evitará que nuestra Flor de Pascua se eche a perder.
El frío, las corrientes de aire y la falta de luz, provocarán la caída de las hojas.
Un calor excesivo y/o un ambiente demasiado seco inducirán que aparezcan hoja con
los bordes amarillos, es conveniente en este caso humedecer el aire de alrededor de la planta,
del modo anteriormente explicado.