
Si tuviera que dejarte sea cual fuera el vil motivo, empezaría por olvidarme de lo que viví contigo...
todo aquello que fue bello si arrancármelo consigo no cabría la diferencia de estar muerto o estar vivo...
y si por benevolencia Dios me concede el olvido sería en vano, si en esencia, más soy tuyo... no soy mío...
Y quizás hasta mi nombre no podría más repetirlo pues oírlo sería entonces recordarte a ti decirlo.
Y olvidarme que en el pecho llevo el corazón partido, para así más no sentirte a cada instante... a cada latido...
Si tuviera que dejarte... si acaso vez que lo consigo... habré muerto estando vivo... olvidándote conmigo.
Cariños


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