La vida va enseñando
que el sentir ajeno no nos pertenece
ni es el espectro magnífico
ni siquiera puede ser recíproco;
ante lo que el otro siente y añora.
Entonces,surge la razón y rompe el ciclo
reorganiza,ordena y modifica
esa secuencia de sentimientos
para hacerlo más real y certero
en las estaciones del tiempo.
Y nunca olvida
que por el amor sembró una estrella
más allá del horizonte
para aquellos ojos y si la mira
su dicha sea plena
para que sepa,que mi amor intacto queda