Es bueno que descubras tus imperfecciones para que seas consciente de ellas, porque no se puede eliminar aquello de lo que no somos conscientes.
No obstante, no te obsesiones, simplemente obsérvalas, acéptalas e irán perdiendo fuerza.
Recuerda que siempre atraes aquello en lo que piensas, ya sea bueno o malo.
Por lo tanto, si te enfocas demasiado en tus imperfecciones atraerás más imperfección.
Date cuenta de tus fallos y debilidades, pero también de tus cualidades; piensa más en estas últimas y atraerás más de lo mismo.
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