La
Nochebuena es, para los cristianos, la llegada de Dios a la tierra, y
para cualquiera,
esta noche es el recuerdo del punto inicial de nuestra
civilización.
Este acontecimiento nos llega repleto
de datos históricos y de matices tradicionales, de los
cuales surgen
ideas sobre muchas cuestiones que van desde los valores humanos,
como la
humildad, hasta actitudes sociales, como el sentimiento ecológico; pero
la emoción
más frecuente que miles de generaciones han sentido ante
la Nochebuena es la alegría.
Ahora, los neurocientíficos nos
descubren lo que la gente sencilla ya había intuido hace
miles de años:
que con el sentimiento de alegría la persona es dichosa,
incluso en
medio de los mayores problemas.
¡Que la Nochebuena sirva para recordarnos
que la alegría nos salva!