QUE NADIE DECIDA POR TÍ
En una ocasión, acompañé a un
amigo a comprar el periódico.
Al llegar al quiosco mi amigo
saludó amablemente al
vendedor. El quiosquero, en
cambio, respondió con modales
bruscos y desconsiderados y
le lanzó el periódico de mala
manera. Mi amigo, no obstante,
sonrió y pausadamente deseó al
quiosquero que pasase un buen
fin de semana. Al continuar
nuestro camino, le pregunté a mi amigo:
-Oye, ¿este hombre siempre te trata así?
-Sí, por desgracia.
-Y tú, ¿siempre te muestras
con él tan educado y amable?
-Sí, así es.
-Y, ¿me quieres decir por qué tú
eres tan amable con él, cuando
él es tan antipático contigo?
-Es bien fácil. Porque yo no
quiero que sea él quien decida
cómo me he de comportar yo.
Sidney Harris