Como llegas a conocerte
Ya los antiguos filósofos griegos recomendaban “conócete a ti mismo”, y la Biblia lo dice así: “No descuides el don que hay en ti” (1Tim. 4:14).
El autoconocimiento es lo que tú crees y sientes sobre ti mismo, aunque no se corresponda con la realidad, y en función de ello así te comportas. Así que podemos subdividir el autoconocimiento en tres factores: cognitivos (pensamientos), afectivos (sentimientos) y conativos (comportamientos).
El autoconcepto (cognitivo) es lo que piensas de ti mismo. Cuando evalúas tus cualidades personales, físicas, valores, creencias, comportamientos y tu realidad socio familiar te formas una opinión propia.
La autoestima (afectivo) es lo que sientes por ti mismo. Es el nivel de estima y aceptación que puedes sentir por ti mismo, una vez te conoces.
La autoeficacia (conativo) es tu comportamiento. Los dos componentes anteriores forman la imagen que tienes de ti mismo, que finalmente se expresa en la conducta y en tu relación con los demás.
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