He visto como el paso de los años tu cara se ve con líneas marcadas por una gran tristeza, el sufrimiento tú no lo puedes ocultar pues detrás de ese gran velo tus ojos marchitos están.
Quisieras y deseas abrir tus alas, dar un grito de desesperación pero ha algo le temes, algo te detiene. No te detengas da un grito de libertad, abre tus alas y vuela lo más alto que tú puedas, libérate se feliz bella mujer, no vivas oprimida abre tu boca y deja escuchar tu voz, no permitas que nadie te opaque pues tu brillas como el sol. Dios prometió a todas las mujeres del universo una gran promesa: "Serás como las estrellas, como la arena a la orilla del mar, crecerás y conquistarás al mundo, y sabrás que esta es mi promesa". Cuando conocí de este regalo de Dios, lo atesore en mi alma, y es para todos nosotras las mujeres que vivimos en este bello mundo.
Tú vales mucho eres mujer llena de toda gracia, tienes un lugar aquí en el mundo ¡¡Por favor!! Quiérete más y denuncia el maltrato, no permitas que nadie acabe con tus sueños e ilusiones, nadie tiene derecho a minimizarte, por el simple hecho de ser mujer.
Valemos mucho, pues somos un tesoro incalculable, como una bella flor tan dulce y delicada pero llena de una fuerza en su interior para llevar en su vientre la vida misma, dando luz a un nuevo ser y darle calor, amor, cariño y protección, defendiéndolo ante cualquier peligro que le pueda acechar. Somos mujeres con defectos y virtudes con un gran corazón puro y lleno de amor. Por eso mismo cambia esa tristeza por la felicidad que siempre ha anhelado tu interior.