"SERENIDAD INTERIOR "
Admite con serenidad que la vida no es justa.
Ni las cosas suceden siempre a nuestro gusto,
ni las cosas son perfectas, y siente paz interior porque así sea.
Deja que la paciencia infinita del tiempo trabaje a tu favor
y espera el milagro a pesar de todo.
Aceptar lo que ya es y no puede
dejar de ser es señal de sabiduría.
La misma sabiduría que pone todos los medios
a su alcance por mejorar y remediar
lo que todavía tiene remedio.
Ese gran sabio que es el tiempo,
hermano gemelo de la tercera paciencia,
nos recuerda a cada instante que hay que saber
esperar porque cada cosa y acontecimiento tiene su momento.
¡Claro que la vida no es justa!,
y no suceden las cosas según nuestros deseos
y expectativas. Precisamente por eso,
lo inteligente es hacer lo que está
en nuestras manos y aprovechar todas las oportunidades.
Pero ante lo evidente, se impone
la serena aceptación de los hechos.
Las cosas no pocas veces serán contrarias
a nuestros deseos y expectativas.
Las personas se comportarán con arreglo a su carácter
, formación y motivaciones, independientemente
de nuestro criterio y apetencias.
No está en nuestras manos cambiar las cosas
ni las circunstancias ni a las personas;
aunque sí se puede lograr algo –a veces-
con oportunas e inteligentes intervenciones.
Pero, en cualquier caso, nadie nos
impedirá que nosotros cambiemos de actitud
y todo lo amoldemos a nuestra forma de ser
y de pensar, y a nuestras particulares circunstancias.
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